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miércoles, 26 de marzo de 2008

Admiral Graf Spee

Uno de los barcos más preparados e importantes de la Kriegsmarine, una de las joyas de la maltrecha flota de superficie alemana. Así es como podemos definir al acorazado Graf Spee. Sus pequeñas dimensiones (su clase era conocida como "acorazados de bolsillo") le permitía una gran maniobrabilidad y la posibilidad de recorrer mayores distancias con el mismo combustible, lo que unido a su potencia de fuego le permitía ser un poderoso arma aunque seguía estando (en teoría) por debajo de sus homólogos británicos. Pero estas pequeñas dimensiones no fueron un capricho de Hitler, sino que se adaptaban a las condiciones del Tratado de Versalles, que prohibía construir buques a Alemania que superasen las 10000 toneladas.



Bajo este tratado el gobierno alemán ordenó su construcción en el año 1932 asignada al Puerto Naval de Wilhelmshaven. Su construcción estuvo bajo la direccion de Lottmann. El casco fue botado el 30 de Junio de 1934, el discurso de bautizo de la nave fue hecho por el Almirante Raeder y el bautismo por Grafin Huberta von Spee, hija del Vicealmirante Maximilian Graf von Spee, de quien la nave llevaba el nombre.

Después de ser comisionado en 1936, el Admiral Graf Spee prestó servicio como buque insignia hasta 1938, llevando a cabo tareas de control marino internacional en las costas españolas durante la Guerra Civil Española. Ya desde antes de la invasión de Polonia en septiembre de 1939, se habían hecho planes para desplegar los acorazados de bolsillo como corsarios en el océano Atlántico. Este plan se llevó a cabo nada más comenzar la guerra. Entre los buques que salieron a la mar se encontraba el Graf Spee, cuyo objetivo fue el Atlántico Sur. El primer mercante en caer fue el "Clement" y el hundimiento de un segundo mercante puso en alerta a la flota aliada.


Fue necesario destacar una escuadra de vigilancia en desmedro de la flota inglesa. En total se movilizaron para esta tarea no menos de 23 navíos: cuatro acorazados, catorce cruceros y cinco portaaviones. Aún así el Graf Spee siguió abatiendo mercantes hasta que fue rodeado y atacado por los barcos británicos y obligado a resguardarse en Montevideo. Allí se le concedió un plazo de 72 horas para abandonar el puerto, algo que cumplió escrupulosamente si bien los marineros fueron en su mayoría transpasados a un buque mercante alemán mientras que el capitán Hans Langsdorff y un pequeño grupo de oficiales se encargaban de colocar explosivos y de demoler el barco evitando así la captura y siguiendo ordenes directas de Hitler. Este hecho forma parte de la Batalla de Montevideo, que trataré el próximo día.

1 comentarios:

Wittmann dijo...

Buenas.

Estaba ojeando tu blog cuando me encontré con este apartado dedicado al Graf Spee. Lo cierto es que cabría escribir mucho de él, más de lo que se ha hecho. Para mi gusto, al mejor buque de la IIGM en cuanto a las acciones que llevó a cabo y la destreza de su tripulación capitaneada por Langsdorff. una joya histórica.

Saludos.